Cuando fui niño,
la vida era sencilla,
una caja era un coche
y el amor era puro.
Cuando fui joven,
la vida era compleja,
una caja era una caja y
el amor dolia.
Cuando fui adulto,
la vida era presión,
una caja era un archivo
y el amor se desvanecía.
Ahora que soy viejo,
la vida es tranquila,
una caja es mi reposo
y el amor, el amor mi vida.
29 de noviembre de 2009
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1 comentario:
y aveces, y sólo aveces, entre sus múltiples facetas, una caja es un refugio, sobre todo si te puedes internar en ella! jajajaja
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